Giovanni Bottesini y la gravedad del contrabajo




Primer movimiento: allegro moderato.




Qué tal amigos!


Los saludo nuevamente en una entrada más del denominado Blog de Benjas y que esta ocasión dedicaré a la música clásica.


En esta entrada les quiero platicar que hace algunos días un buen amigo tuvo a bien invitarme a escuchar un concierto en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, lugar del cual salí plenamente satisfecho y feliz, por la compañía tan grata ese domingo y por la calidad de músicos y de música que tuve oportunidad de escuchar. Pero además, hubo dos detalles que robaron poderosamente mi atención y que a continuación intentaré explicarles con mayor detalle.


Lo primero que me impresionó fueron las magnificas instalaciones del Centro Cultural Ollin Yoliztli y en particular, de la Sala Silvestre Revueltas. En verdad, se trata de un recinto como pocos en la Cd. de México, ya que además de ser muy cómodo y limpio, su acústica es excelente. Con toda honestidad les recomiendo que asistan a escuchar alguno de los programas que ofrece la Orquesta Filarmónica de la Cd. de México, pues créanme, el costo de estos conciertos (el cual ni siquiera tuve que pagar gracias a la amable invitación de mi amigo) es relativamente bajo comparado con lo que ustedes recibirán a cambio. La calidad, en todos los aspectos, es infinitamente superior a lo que estarían ustedes recibiendo por un boleto de entrada a cualquier estadio de  fútbol, o sala de cine comercial, e incluso, algún un restaurante.


El otro punto que me fascinó, y es aquí donde hace su aparición  la música, fue el programa que el público asistente pudimos escuchar ese domingo. Y es que la sorpresa que nos tenía prepara la Orquesta Filarmónica de la Cd. de México,  fue muy grata, o al menos para mí, sí lo fue.


Para no hacerles el cuento más largo, resulta que el programa de ese día, 2 de octubre de 2011, incluyó el "Concierto para contrabajo y orquesta No. 2 en Si menor" de Giovanni Bottesini, que ustedes podrán escuchar, e incluso mirar, en el video que les dejo abajo (sólo adjunté el primer movimiento de la obra, pero el resto también lo encuentran en YouTube). Estoy seguro que, al igual que yo, se deleitarán los oídos escuchando esta magistral obra para contrabajo escrita por un genio italiano desconocido, o al menos eso pensaba yo.


Y no  me dejarán mentirles cuando les digo que en cuanto empiecen a escuchar el ronco sonido de las cuerdas del contrabajo, quedarán atrapados por esos profundos sonidos que los transportarán a una atmósfera mágica, llena de cadencias e intrincados solos que son terreno fértil para la imaginación.


Ahora déjenme platicarles un poco de sobre Giovanni Botessini. Este singular compositor, que en su juventud fuera cantante, timbalista y violista, gustaba de tocar en un contrabajo de solamente 3 cuerdas. Se decidió por el contrabajo porque era el único instrumento para el cual pudo conseguir un beca como estudiante del Conservatorio de Milán. Bottesini compuso un buen número de piezas para contrabajo que hasta hoy perduran en el no muy abundante repertorio del instrumento. Como virtuoso contrabajista, Bottesini dejó una rica herencia de avances técnicos en lo que se refiere a la ejecución de su instrumento en su libro Método completo para contrabajo. Hasta la fecha, Bottesini es considerado una de las grandes figuras en la historia del contrabajo, y sus obras para el instrumento son tan difíciles que muy pocos instrumentistas de hoy se atreven a abordarlas con frecuencia. En 1853, Bottesini llegó a México y asombró al público de aquella época con su portentosa técnica, pues está considerado como el Niccolo Paganini del contrabajo.


Por el día de hoy, o quizá debía decir, por este mes, jajaja, me despido citando a Juan Arturo Brennan, recopilador de la información que les acabo de resumir arriba: no sólo de jazz vive un contrabajo. Hasta pronto!

Comentarios

Entradas populares